Seguimos contándoos historias a través de nuestra cámara, en esta ocasión, Los quintos de Fuentes de Ropel, uno de nuestros pueblos.
Eres quinto el año que cumples 19 años, se celebran en febrero, en honor a San Blas. El sábado por la mañana te vistes con tu pantalón y chaleco negros, tu camisa blanca, tu capa española y tu sombrero mientras, el niño que eras, te mira desde la pared. Es un momento importante, llevas toda tu vida oyendo a tus padres, tíos y abuelos contar anécdotas de cuando ellos lo fueron y, hoy te toca a ti. Ese día eres el orgullo de tu familia, tu abuela te atusa, tu madre la ayuda, todos quieren hacerse fotos contigo, entras en la edad adulta.
Te vas a misa a celebrarlo con tu quintada, después a comer con la familia y, por la tarde, todo el pueblo te acompaña al camino de los quintos a correr las cintas a caballo. Nada es comparable con la alegría de sacar una cinta con el punzón, sobre todo si era el de tu abuelo.
Tras la carrera, en la plaza, cada quinto reparte las cintas que lleva meses pintando con su nombre para, después, visitar las casas de cada quinto acompañados con la charanga y entonces...¡entra la alegría en casa!.
¿Que porqué sabemos todo esto?, porque algún día, nosotros también fuimos quintos.
¡Vivan los quintos!