El otro día me preguntaban qué diferencia había entre nuestro trabajo y el de otros fotógrafos. Le expliqué que a nosotros NO NOS GUSTA HACER FOTOS, esa es la principal diferencia. A nosotros lo que nos gusta es contar historias.
Las de los padres durante el embarazo, las de las primeras imágenes con sus retoños. Nos encanta verles crecer y que a la vez crezca ese amor y esa responsabilidad que conlleva tener un hijo. Porque ser padre no sólo es tener hijos, es saber acompañarlos a lo largo de su vida.
Es estar a las duras y a las maduras, es jugar con ellos, escucharles, aconsejarles y ponerles límites. Es hacer el payaso o dejar que nos "torturen" por no habernos disfrazado. Es permitir que quieran parecerse a uno en las aficiones.
Es acompañarlos en sus momentos más importantes, en los malos y en los buenos. Y que se os ponga esa cara, que nos encanta, cuando la veis vestida de novia por primera vez. O que, a la puerta de la iglesia, no sepáis si casaros con la madre o con vuestra hija.
Es emocionarse cuando la lleváis del brazo o cuando abrazáis a vuestro hijo porque está feliz y, por lo tanto, vosotros más. Es querer llevar a tu nuera en bici y que se te ilumine la cara al bailar con tu niña el día de su boda o que te manteen los amigos de tu hijo porque eres uno más del grupo.
Pero también es...que te recuerden por lo que has sido, ya sea en forma de corbata llevada por el futuro marido de tu hija y así tenerte aún más presente, nombrándote mediante una carta delante de todos los invitados para que sepas lo mucho que se te extraña y lo orgullosos que están de ti. O recordándote con los instrumentos que tanto adorabas...
Ser padre es, como dice el de mis hijos: lo más difícil de este mundo. Pero también lo que nos deja hermosas historias.
Un encanto de padres...